Periodismo y libertad, por Rupert Murdoch

Traducción del artículo de opinión publicado el 8 de diciembre por el magnate de medios Rupert Murdoch en el diario Wall Street Journal.  Se trata de un extracto de su comparecencia a principios de este mes ante la Comisión Federal de Comercio en una reunión sobre periodismo e internet.

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Estamos en un momento en el que muchas empresas informativas están cerrando o reduciendo su tamaño. No dudo de que habrán oído a alguien decir que el periodismo está en muy mala forma y se culpa al triunfo de la era digital.

Mi mensaje es justo el contrario. El futuro del periodismo es más prometedor que nunca, limitado solo por editores y productores sin voluntad para luchar por sus lectores y espectadores , o por un gobierno que usa su mano torpe para regular más de la cuenta o para subvencionarnos.

Desde el principio, los periódicos han prosperado por una razón: la confianza que deriva de representar los intereses de sus lectores y darles las noticias que más les importan. Eso significa cubrir las comunidades donde viven, exponer la corrupción gubernamental o empresarial y plantar cara ante los ricos y poderosos.

La tecnología ahora nos permite hacer eso en una escala mucho mayor. Eso quiere decir que tenemos los medios para llegar a miles de millones de personas que hasta ahora no han tenido las fuentes de información independientes y honestas que necesitan para progresar como sociedad,  hacer responsables a sus gobiernos y perseguir sus necesidades y sueños.

¿Significa que vamos todos a tener éxito? Por supuesto que no. Algunos periódicos y medios de noticias no se adaptarán a las realidades digitales de nuestros días y fracasarán. No deberíamos culpar a la tecnología de esos fracasos. El futuro del periodismo pertenece a los que se atreven y las compañías que prosperen serán aquéllas que encuentren una nueva y mejor forma de ofrecer a los espectadores, oyentes y lectores lo que necesitan.

Primero, los medios deben dar a la gente las noticas que quieren. No puedo enumerar cuántos periódicos he visitado que tenían una pared llena de premios de periodismo y su circulación caía con rapidez.  Esto me dice que los editores están generando noticias para ellos mismos  en lugar de las que son relevantes para sus clientes. El activo más importante de una empresa informativa es la confianza que tiene con sus lectores, un vínculo que refleja la seguridad de los lectores de que los editores prestan atención a los  temas que necesitan o les interesan.

En News Corp. hemos estado trabajando durante dos años en un proyecto que usa una parte de nuestro espectro de emisión para llevar nuestra oferta televisiva, y puede incluso que los contenidos de nuestros periódicos,  a los dispositivos móviles. Los consumidores de noticias de hoy no quieren estar encadenados a una caja en sus casas para recibir sus informativos y sus programas de entretenimiento favoritos y nuestro plan incluye las necesidades de la próxima tendencia de ver televisión al apostar por el móvil.

Lo mismo para los periódicos. Cada vez más y más nuestros lectores están usando diferentes tecnologías para acceder  a nuestra prensa durante diferntes momentos del día. Por ejemplo, podrían leer algo del Wall Street Journal en sus  BlackBerries mientras van de camino a la oficina, leerlo en su ordenador cuando llegan y leerlo en un más amplio y claro “e-reader” donde quiera que estén.

Mi segundo punto sigue al primero: el contenido de calidad no es gratuito.  En el futor, el buen periodismo dependerá de la capacidad de la empresa informativa para atraer clientes ofreciendo noticias por las que estén dispuestos a pagar.

El antiguo modelo de negocio basado fundamentalmente en la publicidad está muerto. Afrontémoslo: un modelo de negocio que se confía principalmente en la publicidad en internet no puede soportar el coste de un periódico a largo plazo. La razón es pura aritmética. Aunque la publicidad en la red está creciendo, ese incremento es solo una fracción de lo que se está perdiendo en publicidad en papel.

Eso no va a cambiar, incluso aunque haya un boom. La razón es que el viejo modelo se fundó sobre cuasimonopolios como los anuncios por palabras que han sido diezmados por competidores nuevos y más baratos como Craigslist, Monster.com, etcétera.

En el nuevo modelo de negocio cobraremos a los consumidores por las noticias que proveemos en nuestros portales de internet. Los críticos dicen que la gente no pagará. Yo creo que sí, pero solo si les damos algo bueno y útil. Nuestros clientes son suficientemente inteligentes para saber que no consigues algo por nada.

Eso va por algunos de nuestros amigos en la red también. Aún hay quienes piensan que tienen el derecho de usar nuestras noticias para sus propios propósitos sin contribuir con un penique a su producción. Algunos reescriben, a veces sin atribuir la autoría,  las noticias de caros y conocidos periodistas que invirtieron días, semanas o incluso meses en sus historia, todo bajo el viejo argumento de “uso justo”.

Esa gente no está invirtiendo en periodismo. Se alimentan de los duros esfuerzos y las inversiones de otros y su casi venta al por mayor sin atribuciones de nuestras historias no es un “uso justo”. Siendo maleducado, eso es un robo.

Hasta ahora los creadores de contenidos soportan todos los costes mientras que los agregadores disfrutan de los beneficios. A largo plazo esto es insostenible. Estamos abiertos a diferentes modelos de pago, pero el principio es claro: parafraseando a un famoso economista, no existe eso de la noticia gratis y nos vamos a asegurar de que conseguimos un precio moderado y justo por el valor que proveemos.

Finalmente, unas palabras sobre el gobierno (de EEUU). En las últimas dos o tres décadas hemos visto el surgimiento de nuevas plataformas y oportunidades  que nadie podía haber predicho, desde las redes sociales, los iPhones y BlackBerries, hasta las webs de periódicos, radios y televisión, y esto es solo el principio.

El gobierno tiene un papel aquí. Desafortunadamente muchos de los mecanismos gubernamentales para regular el sector informativo en este nuevo siglo están basados en criterios del siglo XX.  Si estamos realmente preocupados por la supervivencia de los periódicos y otras empresas periodísticas lo mejor que puede hacer el gobierno es eliminar las regulaciones arbitrarias y contradictorias que realmente impiden a la gente que invierta en estos negocios.

(El artículo continúa con ejemplos de regulación en EEUU. Quien esté interesado puede consultar la versión original.)

Nuestro mundo moderno se mueve más rápido y es mucho más complejo que el suyo (el de los fundadores de EEUU) pero una verdad fundamental permanece: para tomar decisiones informados, los hombres y las mujeres libres requieren noticias honestas y de confianza sobre los eventos que afectan a sus países y a sus vidas. El formato que tenga el periódico del futuro, ya sea de electrones o de árboles muertos, no es tan importante. Lo más importante es que la industria informativa siga libre, independiente y competitiva.

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  1. Bitacoras.com

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